PRESENTACIÓN

Mi nombre es Jaime Selfa, y soy el artista/elaborador de  las orgonitas que podeis ver en esta web. Mi formación también incluye varias disciplinas de medicina natural y energética, tales como Kinesiología, Dietética y Nutrición, Reflexología o esencias florales,entre otras, pero ante todo siempre fui un entusiasta de la obra del médico y psicoanalista Wilhelm Reich y de sus estudios biofuncionales. Reich denominó Orgonomía a la disciplina creada por él, la cual consiste básicamente en el estudio de la energía vital, tanto en los organismos vivos como en la atmósfera. Debido a la profundidad y la amplitud de sus descubrimientos la orgonomía abarca ámbitos tan diversos como la psicología, la física, la medicina, la biología e incluso la pedagogía.

 

MI HISTORIA             

   A mediados de los años 90, durante mi formación orgonómica básica en la Escuela Española de Terapia Reichiana (ES.Te.R), pude dedicarme también a la construcción y montaje de los acumuladores de orgón, tanto las cabinas grandes para el tratamiento integral como los ¨shooters¨ o disparadores de orgón para aplicaciones locales. Los hacía bajo encargo de los médicos y psicólogos de la escuela, para los pacientes que consideraban necesario su uso durante la terapia, bien en exclusividad o combinado con otras terapias bioenergéticas.

Durante esa época dediqué parte de mi tiempo a comprobar y experimentar por mi cuenta  la energía vital, tanto con acumuladores y mantas de orgón, como con pirámides de Keops hechas a escala. Me parecía sorprendente la similitud de los efectos que producía la ¨energía piramidal¨ con los de la energía orgónica.

En 1997 patenté en España un Modelo de utilidad de cabina orgónica basándome en los planos del Físico y Orgonomista estadounidense James de Meo. Puede sonar a marketing filantrópico o parecer un exagerado sueño juvenil (casi infantil), pero lo hice sobre todo con vistas a proteger el acumulador de intereses comerciales sin escrúpulos de lo que yo consideraba un descubrimiento mayúsculo. Mi intención era comercializarlo para dedicar buena parte de las ganancias a la investigación de la energía orgónica.

Posteriormente, consideré el punto de vista de la ES.Te.R. sobre un posible mal uso de los acumuladores, tanto por su utilización en ambientes bioenergéticos no apropiados, como por la falta de asesoramiento adecuado para el usuario; así que abandoné el proyecto.

Acceso a la patente: https://docplayer.es/14490125-Es-1-035-358-u-numero-de-publicacion-1-035-358-patentes-y-marcas-numero-de-solicitud-u-9501663-int-cl-6-a61g-10-00.html 

Los interesados en una  información básica sobre el OR.AC (Acumulador de Orgón) podéis encontrarlo en este artículo informativo que escribí en la revista NATURAL con el encabezamiento del escritor y político ecologista Esteban Cabal

ORGONITAS

Los comienzos.

En el año 2.000 supe de la existencia de las orgonitas en internet, también la llamaban orgonite (que es su término original en inglés), y algunos otros, generadores de orgón. También hay quien llama, muy inapropiadamente, orgón a las orgonitas (esto sería como llamar luz a una lámpara), creando con ello aún más confusión .

Eran mis comienzos como internauta y me llamaba la atención que cada vez que escribía en el buscador la palabra Orgón, o Energía Orgónica, aparecían unas figuras coloridas de resina con piedras y virutas metálicas en su interior. No entendía nada. Al principio no le hice demasiado caso pensando que era una interpretación friki relacionada con el orgón. La cosa iba a más, y cada vez me aparecían más objetos de estos, así que investigando un poco, y después de leer que su función principal era mitigar los efectos perjudiciales de las radiaciones y transmutar la energía D.OR (Energía vital degradada o mortecina) decidí elaborar algunas y experimentar. Durante unos años colaboré como moderador en un grupo Facebook sobre investigación de orgonitas pero no me aportó gran cosa. En estos temas suele haber más opinantes que experimentadores.

 

Intentando entender su funcionamiento.

Como emisor bioenergético, la comprensión de la orgonita, no me suponía mayor problema ya que para su elaboración seguía los principios básicos orgónicos de una mezcla adecuada de material orgánico (resina) y material metálico (viruta de metal). Pero como transmutador de DOR* en OR**, por el añadido de cristal de cuarzo en su interior, la cosa ya no era tan evidente. Se afirmaba que este dispositivo, debido a la contracción del cuarzo en su interior, producido por la presión que efectúa la resina al fraguarse, activaría su función piezoeléctrica y, esto, junto a la mezcla orgónica, convertiría las radiaciones dañinas en energía saludable. Pero no solo las radiaciones electromagnéticas, sino que también las radiaciones nucleares, las geopatías e incluso las malas vibraciones de lugares y personas pasarían a ser susceptibles de ser transmutadas. Y todo ello por la función del cuarzo presionado en el interior de la mezcla de resina y viruta metálica. Esta sería pues la hipótesis, aunque convertida en teoría por la mayor parte de ¨orgoniteros¨.

Antes de seguir quisiera aclarar un par de puntos referente a las orgonitas:

  1. La empresa Arteorgón no se identifica con la forma místico-esotérica con la que han relacionado la orgonita con la figura de Wilhelm Reich y su riguroso estudio de la energía orgónica. Reich siempre repudió tanto el enfoque místico como el mecanicista respecto a la percepción y explicación de la energía vital (orgón).

2. Por considerarlas confusas, la empresa también se mantiene al margen de las explicaciones físico-eléctricas que circulan por internet sobre el funcionamiento y las aplicaciones del orgonite (o del electronite como algunos llaman a cierto tipo de orgonita básica) como transmutador del electromagnetismo y otras energías perjudiciales en energía beneficiosa. No porque dichas explicaciones sean necesariamente falsas, pero sí poco con poco rigor y no suficientemente comprobadas.

 

Hecha la aclaración, también tengo que decir que no dudo de las propiedades bio energéticas de los cuarzos y demás piedras naturales, y que no veo para nada descabellada la idea de que la orgonita pueda servir de instrumento bioenergético para irradiar sus propiedades al ambiente. Hay algunas experiencias positivas a este respecto de una conocida gemoterapeuta a la que le proporcioné material par ello.

Por mi parte, los experimentos con orgonita han tenido resultados variables, unas veces espectaculares, otras medianamente satisfactorios y en otras sencillamente sin resultado. Cuando más investigaba y experimentaba más se me iba haciendo evidente que los vendedores de orgonita solo recalcaban los buenos resultados, solo ponían en primer plano a sus clientes felices y satisfechos (incluyendo en este grupo seguramente también los casos de efecto placebo) y no parecían tener demasiadas ganas de hacer algo de estadística ni de verificar los reportes.

Lamentablemente el abuso del marketing místico se ha ido apoderando del tema orgonita. Digo esto sin negar sus sutiles efectos bioenergéticos que algunas personas sensibles son capaces de percibir, es solo que soy incapaz de aplicar el ´todo vale` con tal de vender.  Y más en este tema, que guarda una relación directa con unos descubrimientos tan valiosos y trascendentales como los que hizo W. Reich.

En mi intención de abordar con más rigor el tema de las mediciones contacté con el investigador y orgonomista inglés Leo Southgate, el cual disponía de todo el instrumental necesario. Para ello, le proporcioné un surtido de orgonitas de diversos tamaños y formas. Incluso algunas pseudo-orgonitas (con muy poca o con nada de viruta de metal, y alguna hasta sin cuarzo).

Le estoy muy agradecido a Leo porque no solo hizo lecturas con el medidor de Heliognosis (instrumento basado en el medidor de orgón creado por W. Reich) sino que realizó un acercamiento preliminar de la reacción de la energía orgónica del orgonite (o compuesto orgónico como él prefiere llamarlo) al acercarlo a una fuente de  ORANUR.  Se registraron también lecturas de ionización radiactiva y del campo electromagnético.  Podéis ver la publicación de esta investigación aquí.

 

Un objeto polémico.

Siempre ha habido una fuerte polémica entre los orgoniteros en cuanto a que debe o no debe llevar una orgonita. Aquí, como en todo, aparecía un amplio abanico de opinantes, todos asegurando llevar la razón, pero con pocas pruebas. El instrumento más utilizado para investigar las orgonitas es el péndulo, y claro. Entiendo que es difícil medir en forma casera la energía vital, y que ´a falta de pan buenas son tortas`, pero el péndulo precisamente no es el instrumento más convincente que hay.  No digo que no sea útil, porque sé de su efectividad en radiestesia, por ejemplo, pero aplicado a las orgonitas no deja de ser un instrumento personal subjetivo, y de ahí también las diferentes opiniones contradictorias.

Aunque basado en sus descubrimientos, obviamente Reich no supo de la existencia de la orgonita ya que falleció en el año 1957. Hay que puntualizar sobre sus orígenes, que el orgonite fue un invento patentado del investigador en radiónica Karl Welz en los años ´90 (Orgon Generator ®, Orgonite®) . Más tarde fue el matrimonio formado por Don y Carol Croft los que tuvieron la idea de añadirle el cuarzo en base a sus propias percepciones y sensaciones.

Como dije, hasta hace pocos años estuve moderando un grupo de investigación de orgonitas en Facebook, el mayor en habla hispana, y por lo tanto debía cuidar que los iniciados en el tema hicieran correctamente las orgonitas. La consigna básica era que no quedara demasiada resina libre, es decir, zonas transparentes, sin viruta metálica. Así pues, en mis creaciones debía dar ejemplo. La tarea era procurar no menoscabar demasiado su parte funcional en detrimento de su parte artística. Así que con rigor y responsabilidad (vivido personalmente con mucha tensión) me encomendé a la labor de intentar conjugar belleza y funcionalidad.

Hay mucha polémica en cuanto a la proporción límite de viruta metálica que debería llevar una orgonita, e incluso al tipo de metal usado y su disposición o mezcla correcta. Aunque, de nuevo, sin demostraciones válidas.

Pero no es esta la única discrepancia que hay entre los elaboradores de orgonita. Adentrarse en los foros sobre orgonitas es como entrar en un gallinero de opinología bioenergética:

¨¡Una orgonita debe tener la resina y la viruta a partes iguales!, ¡no, con ¾ partes de su volumen con viruta es suficiente! ¡no, si le falta demasiada viruta ya no es una orgonita, es un fraude!, ¡no es un fraude, llamémosle radionita porque actúan a nivel espiritual!, ¡debe llevar una espiral de cobre para que funcione mejor! ¡no, no es necesario, mejor con una combinación de metales por capas!, ¡no, los metales deben ir mezclados!, ¡conviene que lleve símbolos sagrados que las potencie!, ¡no, no es conveniente que lleve símbolos! ¡lo más importante es la conciencia del elaborador!, ¡de eso nada, las orgonitas bien hechas siempre funcionan, las haga quien las haga!, ¡lo importante es que la resina de poliéster comprima el cuarzo para que active su propiedad piezoeléctrica!, ¡eso no es así! funciona por electrostricción no por piezoelectricidad¨… etc. etc. etc.

 

Ámbito artístico y mi posición.

En mi actividad en la elaboración de orgonitas, y conforme pasaban los años, comencé a hacerlas cada vez más estéticas. El potencial que tenían sus ingredientes para ello era evidente: resina cristal, colorantes, piedras semipreciosas, metales, dibujos y ornamentos añadidos… y todo ello con un resultado final susceptible de ser pulido y abrillantado.  Así que sin darme cuenta descubrí que iba emergiendo en mí una parte creativa y artística de la cual no había sido muy consciente.

Finalmente hago las orgonitas atendiendo a la variedad de demanda, pero procurando proporcionar toda la información posible. Intento evitar malentendidos,  por eso informo del porcentaje de orgonita ( la parte funcional, la mezcla orgónica de resina y metales) que lleva cada pieza. Todas llevan cristales de cuarzo natural en su interior en una proporción acorde con su volumen.  Las hago desde las más básicas y ortodoxas  hasta las más elaboradas artísticamente.  Aparte de las puras, que son 90-100% orgonita, la mayor parte de mis creaciones llevan de media alrededor  de un 70 %, el cual es un alto porcentaje comparado con lo que circula por ahí.  Para que una orgonita sea potente y a la vez artística utilizo lo que denomino ¨técnica del relleno invisible. ***

 

Propiedades.

Sobre las propiedades de las orgonitas, como podéis leer en mis descripciones, prefiero quedarme corto antes que exagerarlas. De la misma manera, procuro limitar el uso (y sobre todo el abuso) del marketing místico, tan recurrente en este mundillo. Es mejor que sea la persona que adquiera una orgonita, la que descubra sus potencialidades y saque el máximo provecho de ella.

Unos la usarán en sus meditaciones, otros querrán saber si les ayuda a dormir mejor poniéndolas en su medita de noche, o si notan alivio situándolas cerca del wifi.  Los más místicos  quizás prefieran sintonizar con el cristal de cuarzo que todas las orgonitas llevan en su interior, o incluso programarlo con determinadas técnicas, y otros, sencillamente, lo pondrán como decoración en su oficina o en el salón de su casa. Y por supuesto, están los más ortodoxos, aquellos a los que solo le interesarán las orgonitas puras y sencillas para utilizarlas con el fin original para la que fueron hechas y aplicarlas en sus operaciones de ¨gifting¨. ****

A las personas sensibles a las energías y sus biofunciones puede parecerle demasiado materialista mi enfoque, pero no es así. Soy consciente que las orgonitas pueden tener aplicaciones subjetivas, al igual que los minerales o los llamados símbolos sagrados. Sus efectos sutiles van a ser percibidos por determinadas personas en función de sus cualidades y de su umbral de sensibilidad. Solo quiero evitar aprovecharme de las expectativas demasiado fantásticas, del malestar y sufrimiento de algunas personas, que le impulsan a buscar instrumentos mágicos que le solucionen sus problemas vitales.

 

Muchas gracias por visitar mi web.

 

 

*D.OR: acrónimo de Deathley ORgone, en castellano Orgón Mortecino, es decir energía vital estancada o degradada)

**OR: abreviatura de ORgón, energía vital pulsante y en movimiento, término usado por W. Reich.  Sin embargo, los orgoniteros utilizan el acrónimo POR (Positive ORgone), supongo que para mayor contraste con el de D.OR.

***Técnica del relleno invisible: consiste en saturar de viruta o polvo metálico los lugares no visibles de la pieza para conseguir mayor potencia bioenergética. De esta forma, detrás de toda superficie opaca, pintada, o apantallada con piedras o algún abalorio, encontraremos orgonita pura (con su correcta proporción 50/50).

**** ¨Gifting¨ (del inglés gift = regalo) consiste en ¨regalar¨ orgonitas a la naturaleza, poniéndolas relativamente cerca de las grandes torres de telecomunicaciones, con el fin de intentar contrarrestar el efecto energético negativo que estas producen en el medio ambiente.

 

 

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